Hola, me llamo Carla González del Pino, y quizás soy de las que más lejos ha llegado (geográficamente hablando, por supuesto) para poder estudiar lo que le gusta y le interesa desde quizás menos de lo que me gustaría admitir. Vengo de Las Palmas de Gran Canaria (que no es La Palma, tan conocida esta semana por la erupción del volcán; ni de Las Palmas, que es la provincia que alude a las islas de Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa; y mucho menos de Palma, que se refiere a Palma de Mallorca, situada en las Islas Baleares).
Desde muy pequeñita sabía que me quería dedicar a los
idiomas cuando fuera mayor; me apasionaba coger un libro y aprender nuevas
palabras para incorporarlas a mi vocabulario y afortunadamente, pude ir a
varias escuelas que me hacían perfeccionar mi nivel de inglés, ese idioma al
que tanto cariño le tengo. Cuando tuve 16 años, tuve la suerte de poderme ir 3
semanas con un grupo de personas a una casa de las profesoras de inglés situada
al noroeste de Inglaterra. Sinceramente, inglés poco (más bien, pagamos mucho de
penalizaciones por hablar español), pero me lo pasé tan bien y aprendí tanto de
la cultura inglesa que, a partir de ahí, decidí que mi futuro trabajo estaría
ubicado allí; no sé cómo explicarlo, pero siempre que vuelvo me siento como en
casa, por eso siempre que puedo me voy a Londres.
Como lo tuve tan claro, estudié Lenguas Modernas en la
universidad de Las Palmas de GC, donde conocí muchísimas personas que me harían
el camino del grado mucho más ameno de lo que pensaba y me ayudarían en todo lo
que necesitara. El grado allí está dividido de forma que das muchas cosas tanto
de inglés como de francés, que es la segunda lengua que estudiamos de forma obligatoria:
poesía inglesa y francesa, teatro inglés, mitología, fonética inglesa… Más tarde
tendría la suerte de irme de Erasmus a Francia, donde haría aún más piña con
gente de la península que más tarde, se convertiría en mi pequeña familia.
Sin embargo, tuve tan claro que quería estudiar esa carrera
que, al terminar el año pasado, me vi envuelta en una especie de crisis de
identidad; no sabía a qué me quería dedicar específicamente si me quería ir
fuera a trabajar. Fueron unos meses un tanto complicados… hasta que me puse de
ejemplo a mi madre. Mi madre es profesora de matemáticas en un instituto público
de la isla, y siempre que la veo corrigiendo y demás, sé que su esfuerzo para con
los alumnos dan sus frutos: muchos la ven por la calle y la saludan; otros le
agradecen esos consejos que les dio hace tantos años y algunos simplemente, me
lo agradecen a mi por la pedazo de madre y profesora que tengo. Creo que nunca
le di el peso que se merece hasta hace poco, cuando vi que yo también quería
cambiar, aunque fuera un poco y si me dejaran, la vida de esos alumnos que se
acordarán de ti hasta que se hagan mayores.
Magnífica la aclaración a de dónde eres 😆 Has hecho un gran viaje hasta aquí, pero qué guay que hayas llegado a enriquecer el curso a tus compis de máster 🙆🏻♀️
ResponderEliminarEspero no volver a cometer el error de decir que eres de Palma, por la cuenta que e trae! jaja... Me ha gustado tu entrada!
ResponderEliminarQué bonito lo que dices de tu madre! Debe estar muy orgullosa de ti y estoy segura de que dentro de unos años también tendrás a alumnos dándote las gracias por tus consejos ;)
ResponderEliminarCarlaaaaaa,
ResponderEliminarLove your blog post !!! Genial la aclaración de tu origen, ya sabes, eres más que bienvenida a CyL. La aventura de ser profe de inglés es una que merece mucho la pena: go for it !
PD: Cuando quieras nos vamos a dar una vuelta por London.
Un besinnnn,
Sara