Hoy toca definir algo bastante complicado: la EDUCACIÓN. Y sí, lo pongo en mayúsculas porque pienso que no se le da el valor y la importancia que realmente tiene en términos generales. La educación como tal, si nos ponemos a hacer brainstorming, pueden salir una cantidad importante de palabras para definirla a partir de éstas: aprendizaje, profesores, capacidades, conocimientos, asignaturas, normas, libros…
Sin embargo, yo creo que la educación va más allá. Tal y
como hemos visto en la asignatura de Sociedad, Familia y Educación, la educación
como tal puede darse en tres maneras diferentes: formal, no formal o informal.
La formal es la que todos conocemos, la que va por etapas escolares
hasta la universidad; la no formal es la que se da por medio de cursos o
actividades extraescolares, aquella educación que adquieres en otras instituciones
que no sea la escuela. La informal, sin embargo, es aquella educación
que adquirimos a lo largo de nuestra vida; es todo aquello que nos exige un
proceso educativo y de formación.
Así como hemos visto, la educación va más allá de esa lista
enumerada al principio de la entrada; considero que todo aquello que nos hace
evolucionar en cualquiera de los ámbitos que existen, puede ser planteado como educación.
Porque la educación es mucho más que medir la capacidad intelectual del
alumnado en las aulas; la socialización, las actitudes, los sentimientos, los
moralismos y valores… todo esto también se considera educación. Esto último
planteado, los valores, debería ser de las áreas más importantes en la educación.
La educación en valores se refiere a aquella en la que educamos a las personas
en pautas morales para poder hacer de la sociedad, un sitio más cívico, respetuoso,
justo e inclusivo -entre otras cosas-.
Sería necesario relacionar este tipo de educación con la sociedad
actual en la que vivimos, donde no hace falta más que salir a la calle y
experimentar o ver la televisión con las noticias y ver que las comunidades del
mundo sufren de discriminación, homofobia, desigualdades de todo tipo, corrupción,
escándalos políticos… La educación en valores no suprimiría todo ello, pero posiblemente
el comportamiento de las personas cambiara; los valores que se deberían inculcar
deben responder a la solidaridad, el cariño, el respeto, la tolerancia, la igualdad, el
entendimiento o el diálogo. Y educar a los alumnos en las escuelas con esas pautas
morales sería un gran salto para la humanidad, como diría Armstrong.
Fuentes:
https://www.iberdrola.com/talento/educacion-en-valores
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